“Sangre de guerrillero”
noveliza al general Palillos
“Sangre de guerrillero” es el quinto libro del joven
escritor Alain Martin Molina, basado en una desconocida figura carlista que
casi evita dos siglos de avances perdidos en España. La alcaldesa Aintzane
Urkijo y el escritor y profesor Pablo Zapata acompañaron a Alain durante la
presentación en la Casa Torre. El Ayuntamiento de Santurtzi agradece que el
pueblo y su gente fuesen tomados en cuenta a pesar de haberse presentado el
libro previamente en Madrid.
El ex profesor de Alain también se siente honrado por su
invitación y la carrera de su alumno, que también se expande a artículos y
cuentos. Aclama el formato físico de la novela por la editorial Almud para
justificar que nadie pida muestras gratis, “porque no crecen en un árbol”.
Antes de explicar el trasfondo histórico, anuncia que el libro le enganchó
desde el primer capítulo.
La novela se basa en las dos Españas por las guerras
carlistas entre Isabel II y Don Carlos. Pablo Zapata exclama que Fernando VII
trajo lo peor al reino con opresiones a judíos y una Constitución tan
inapropiada que España se volvió el país de los frutos tardíos. El discurso del
novelista finaliza “a los siete minutos para no alargarlo” con una reflexión
sobre la fuga de cerebros. Explica que nadie sabe sobre la guerra porque leen pocos
libros y solo los escritos por ganadores. “España lee con el Índice de la
censura”, elabora, “los extranjeros escriben más objetivamente”.
El retorno cultural a
España
La mitad de los hogares españoles no reciben libros ni
periódicos porque “los ingenieros solo saben de Ingeniería”. Pablo Zapata
contextualiza “Sangre de guerrillero” en años donde las mentes ilustres y
brillantes abandonaron España y no volvieron hasta 1875. La Guerra Civil
Española supuso otro ejemplo de lo mismo al perder el 80% de intelectuales por
muertes o exilios.
Antes de “una hora sobre nada”, Pablo Zapata cede la
palabra a Alain Martin Molina, quien comenzó a escribir su novela en enero de
2015. Imita a su tutor levantándose y bromeando que fue invitado por los
discursos como en las presentaciones de novelas pasadas: “La búsqueda de
Yannick”, “El pasado fue una guerra” y “Un camino hacia Santurtzi”.
La antepenúltima novela también es histórica, ambientada
en la Guerra Civil Española. Un matrimonio manchego de abogados sugirió a Alain
que escribiera una novela sobre el carlismo bajo Madrid porque solo existía un
libro al respecto. Los carlistas bajo Madrid no pasaron a la cultura popular
española, por lo que Alain convirtió en protagonista a “un tal Palillos” que aparecía
esporádicamente en documentos a partir de 1833.
La novela se centró en él, rellenando los huecos de la
Historia con ficción, porque casi cambia el presente al reunir siete mil
carlistas puerta por puerta a kilómetros de su origen. El gobierno de Madrid
pudo haber sido sometido si Palillos hubiera atacado por el sur a la vez que
Zumalacárregui por el norte.
Identidad arrebatada
por perder guerra
El carlismo defendía el conservadurismo, por lo que
Cánovas del Castillo castigó eliminando los fueros tras ganar la última guerra
carlista. Quince años después, el PNV fue fundado para intentar retomar una
identidad arrebatada por perder la guerra. Los isabelinos no se antagonizaron
tanto al sur de Madrid porque tenía un sistema de guerrillas y sabotajes a tropas.
Alain Martin Molina descubrió que el carlismo sigue
existiendo hoy día tras visitar el Museo Carlista de Estella. La ideología se
heredó porque piden la descendencia de Don Carlos en el trono, especialmente
porque la Constitución Española se debe cambiar para que las hijas de Felipe VI
reinen.
“Sangre de guerrillero” realiza la misma transición de
pasado a actualidad porque los carlistas pasaron a la historia como derrotados
“sin estatuas ni nombres sonados”. Alain define que la mayor complicación de escribir
ficción histórica es el no ser historiador y que solo basa el argumento en
ello.
Pasión por la
Historia
Una profesora define “Sangre de guerrillero” como una
novela experimental por la forma en la que utiliza la imagen de la mujer como
pasó a la Historia: a la sombra de un hombre importante. La mujer de Palillos
es la coprotagonista que apoya al héroe para que no pierda la noción del bien.
El abuelo de Alain Martin Molina exclama entre la
audiencia “nada es mejor para la mente humana que discurrir”. El escritor
bromea que no se gana la vida escribiendo por si acaso, ya que los procesos
editoriales “son eternos” y llenos de fallos. Pablo Zapata advierte que los
buenos escritores deben eliminar mucho contenido y no pueden releer sus novelas
antiguas de la vergüenza.
Alain quiere descansar antes de pensar en su siguiente
novela, ya que han pasado nueve años desde “La búsqueda de Yannick” y quiere
reflejar su desarrollo personal. Zapata concluye que los mejores escritores
están sobre los sesenta años. “Alain aún sigue con el biberón”, bromea, “se
está creando a sí mismo porque no nace como el poeta”.
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